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jueves

14 a 18 de agosto 2018. De Porto Heli a Rusian Bay en Poros


Va finalizando nuestra estancia en Grecia y ha llegado la hora de pensar en volver a Málaga -o mas bién a la república independiente de la Costa del sol, que es otra cosa- Ya solo nos quedan unos pocos días y los aprovechamos para fondear, bañarnos y pasear por lo que hemos comenzado a llamar "El barrio".

Se trata de la zona entre Atenas y nuestro baradero de invierno. aguas conocidas con cientos de rincones en los que poder pasar el día o la noche.

Lugar de encuentro con muchos de los barcos amigos o conocidos y, desgraciadamente, la zona que soporta la mayor presión de los "charteristas" de todo tipo, por esa cercanía a las bases y el permitir derrotas bastante protegidas de los fuertes vientos del norte que se dan en Agosto.

En una de las ensenadas típicas, encontramos al Alea con Silvia y Johan, a los que conocimos en nuestro primer viaje a Grecia y que han vuelto a estas aguas después de un interesante periplo por los fiordos del cono sur americano. Solo un saludo desde lejos, van cargados de pasajeros y no es el momento.

Seguro que los encontraremos mas adelante y será muy interesante oír sus aventuras y experiencias, de los que seguramente serán ya duchos marinos.

Ver que otro mas de los "Circunnavegantes" retorna a estas aguas solo hace confirmar nuestra idea de que navegar por estas aguas es la mejor forma de terminar una vida marinera.


Nuestro destino es Poros, pero esta vez no pararemos en el puerto, sino que directamente nos vamos a la zona que hay junto al canal de salida hacia Aegina, La zona de Neorion y en concreto a Rusian Bay, la ensenada que mas nos gusta de toda la bahía, cerca del islote de Daskaleio, donde hay una pequeña construcción que no tenemos muy claro si se trata de una ermita o una vivienda privada.


El islote, al que solo se puede acceder por medio de la auxiliar, pues está rodeada de fondos muy someros, es un lugar interesante para hacer snorkel y entre las algas no es difícil encontrar nacras, lo que se suele llamar mejillones gigantes, que alcanzan medidas bastante decentes.

Un pequeño muelle al norte del islote hace fácil el desembarco.


En esta ensenada, con fondos que superan los 16 metros, aunque es posible fondear a la gira, lo mejor es hacerlo con largos a popa. Una vez que se marchan los barcos que han pasado aquí el día, el lugar es tranquilo, salvo por algunos pasos de las auxiliares que van y vienen al puerto de Poros.


Las playas, las muchas pequeñas playas, que jalonan la costa son muy acogedoras y nunca las he visto abarrotadas. La carretera que bordea la isla de Poros, invita a pasear y ver las diferentes calas, cada una con su personalidad y todas con sus aguas limpias.


Y por descontado las puestas de sol que inundan el paisaje de colores y matices a los que me empeño en captar con mi vieja cámara, sin conseguir mas que malasa aproximaciones.


 Hemos pasado aquí tres días y sus noches y aunque conocido desde hace tiempo, el lugar que mas viene a mi memoria como resumen de este viaje del 2018 ahora que escribo sobre esta etapa, a escasas horas de que entre el invierno y a pocas semanas de volver a la vida, con la ilusión añadida de que seremos tres, al haber incorporado un nuevo personaje a la ya vieja relación que mantenemos Lola y Yo.


martes

08 a14 de Agosto De Monenvasia a Porto Heli

Amanecer sobre Monenvasia
 La misma tarde de entrar en Monenvasia arrecia el viento del norte y nos obliga a estar atracados en Monenvasia durante cinco días, lo que nos da tiempo para hacer largas caminatas y pasear plácidamente por la ciudad medieval de Monenvasia.

El puerto es gratuito, hay un pantalán donde caben unos diez barcos, aparte de otros quince abarloados al dique principal, y dos torretas de suministro eléctrico gratuito, muy manipuladas y que constantemente saltan los diferenciales.

El motivo es muy simple. Las torretas están diseñadas con cuatro enchufes cada una y con limitadores de carga de conexión, previstos solo para un consumo mínimo, del alumbrado interior de los barcos y poco mas que una carga lenta de algún parque de baterías.

Pero la avalancha masiva de horteras náuticos veraniegos, con billetes a punta pala que alquilan catamaranes que "tengan de too" se amarran y saltan como posesos a hacerse con una de las bornas libres o en su defecto liberar una por las bravas, para conectar sus aparatos de aire acondicionado, toda la luminaria que ya quisieran muchas fiestas populares. Incluso cocinas de inducción para calentar el café.

El resultado es que saltan los plomos y todos sin energía eléctrica. Y aunque no falta quien lleva generadores de Electricidad por Gasoil, el ruido ( menos de 28 DbA.) y los gases de la combustión, tratan de evitarlos por las molestias.

Imposible tratar de hacérselo entender. Y es que a eso se suma que también se ha incrementado la presencia de nautas de procedencia valcánica y de la zona Rusa.  Y no es xenofobia, que no tengo nada en contra de los rusos ( y menos de las rusas a tenor de las fotos que me manda mi amigo Agustín).

Lo que tengo es una autentica fobia a todo el que no respete un par de principios que son necesarios para codearse con el resto de la manada.

 1º.-Que nuestra libertad debe acabar donde empieza la de los otros
 2º.-Aquella máxima repudiada por ser franquista de " piensa en los demás"

Las broncas son constantes, entre los ataques de verborrea de los latinos, y la exhibición de musculo del que suelen hacer gala los del Este.

La cosa puede acabar muy mal. 
Derrota de Monenvasia a Gerakas
 En el primer hueco que encontramos en la meteorología, y saliendo con las primeras luces para coger dormido al viento, dejamos Monenvasia para dirigirnos a uno de nuestros sitios favoritos, Gerákas.

Amanecer en el Peloponeso
 En Gerakas, son cada vez mayores las facilidades que se dan a los visitantes, y creo que ya me he referido a la instalación de la plataforma de baño, escaleras y ducha de agua dulce que han construido en el pequeño muelle.

La piscina de Gerakas ¡¡Chapeau!!
 Aquí también se ha implementado el servicio de agua y electricidad, pero se ha hecho con una concesión administrativa a un tal Georgios Kouloris, al que hay que llamar por teléfono para que te haga la conexión previo pago de una cantidad que no es excesiva. El problema es que el tal Georgios te puede contestar que " hoy no le apetece ir o que no le interesa ir hasta mañana y encontrarte que cuando viene a conectarte tu ya estas de preparativos para marcharte, ya que el tiempo de estancia de los barcos suele ser de un día
 
Si... pero no
 Hay que tener cuidado pues la existencia de una laguna al final del fiordo hace que grandes cantidades de algas y plantas estén flotando con la posibilidad de enredos en las hélices y obstrucción de las tomas de agua.

Pues a pesar de todo...
 Al día siguiente el viento calma y a motor paseamos la costa recorriendo sitios que ya conocíamos  como Kiparissi y nos acercamos por primera vez en al puerto, muy popular entre los charters de Leonidium.
Derrota de Gerakas a Porto Heli
 Este puerto, que permite fraccionar el viaje por estas costas presenta una característica poco habitual, y es su profundidad. Hay que soltar el ancla en 16 metros o mas de fondo, pero por lo demás es un puerto bien protegido y con una hermosa playa y algunas tabernas típicas.
Vista aerea de Leonidium
 El atraque en estas circunstancias con viento entablado es complicada y causa muchos enganches y levantamientos de fondeos.
Puerto de Leonidium
 En este puerto hay un cartel indicando la prohibición de atracar paralelo al muelle, con la intención de permitir atracar al máximo de barcos. Me consta que algunos de mis amigos, con barcos de quillas corridas o semi corridas tengan dificultades para hacer esta maniobra, pero analizada la cuestión con las reglas enumerada para los Rusos, es del todo necesaria.

La cortesía hecha ley
 Nuestra parada es solo a desayunar pues nuestra intención es llegar a Spetec a pasar la noche en la ensenada de la pequeña iglesia y que tanto nos gusta.

La ensenada de la iglesia en Speteck
 Pero como gato escaldado del agua fría huye, al ver que por la tarde el mar comienza a entrar de NNW y eso va a hacer incómoda la noche, saltamos a la abrigadisima ensenada de Puerto Heli, Porto Queli. Nos fondeamos entre decenas de barcos en la esquina SE que es la mas tranquila, en fondo de fango y posidonia, por lo que habrá que estar atentos a si el viento arrecia y comienzan los garreos. No los nuestros, que estamos firmes, sino lode esos catamaranes que tienen de too y que sus patrones han dejado abandonados con el generados a tope, para ir con las auxiliares a cenar al puerto.

Afortunadamente el viento no carga, pues vemos volver alguna auxiliar ya de madrugada, mientras trato de recuperar del fondo de mi memoria que es lo que se hacía hasta altas horas, que no se pueda hacer a las nueve de la noche. Que como ciudadanos de la república independiente de la Costa del Sol, nosotros también hemos trasnochado lo nuestro.

Vista aérea de Porto Heli