Pero iremos navegando pegados a la costa albanesa para ir viendo posible puntos de fondeo.
La documentación que llevamos, aparte de cartas en el ploter y una carta en papel es fundamentalmente un libro en italiano con descripción detallada de todos los puertos y fondeos de la costa de Croacia, Montenegro y Albania.
Ya lo hemos utilizado anteriormente en Croacia y hemos comprado la versión actualizada a Enero de 2015. Vamos comprobando el grado de exactitud de sus mapas portulanos y esquemas. Es bastante preciso y una gran ayuda para complementar las cartas náuticas.
Asi que dejamos la marina de Mandrakis y despacito, despacito navegamos hacia Sarande
En el camino encontramos cantidad de pequeñas calas donde se podría parar a darse un baño o hacer un poco de "snorquel". Pero es demasiado pronto para nosotros que amamos las aguas tirando a muy calientes.
Se ven playas magníficas y de aguas muy limpias, con un nivel de urbanización elevado en esta zona conocida como la Riviera Albanesa.
Particularmente nos gusta un grupo de islotes situados en Tetranisia, aproximadamente a mitad de camino. La bondad del día nos permite pasearnos entre ellos y comprobar que la información en cuanto a profundidades y escollos que llevamos tira de buena a excelente.
Pasamos frente al yacimiento arqueológico de Butrintum, donde nuestra guía dice se puede fondear y remontar con la auxiliar parte del rio hasta llegar al yacimiento, pero solo con mar muy calma . Demasiado riesgo dejar el barco solo.
Y por fin en el horizonte la ciudad de Sarande y su puerto. Aunque quizás sea muy pretencioso llamar puerto a ese muelle de un par de cientos de metros en medio de la playa que bordea la ciudad.
Hay un solo barco en un muelle donde a duras penas caben 4 barcos y donde se atraca soltando nuestra cadena y dando marcha atrás . La maniobra es sencilla y como solo hay un barco, el margen es amplio. Otra cosa será en verano, ya que uno de los atraques no tiene calado suficiente y el otro es invadido por el hidrofoil según que vientos.
Policía, Aduana y el "Agente" nos están esperando. Registro del barco, pasaportes y seguro y contra cincuenta euros y unos 15 minutos nos devuelven los pasaportes sellados.
Hay agua ( de una fuente pública) y electricidad ( con tomas de tipo doméstico) y sobre todo una sensación que no nos abandonará en toda Albania, Una limpieza como raramente se ve en otros puertos y personas muy amables que enseguida entablan conversación.
Así nos enteramos de que el policía, Dashamir Malo, es un conocido poeta y lector de literatura española. Me da una lista de sus preferidos y al comentarle yo que desgraciadamente no conozco nada de la literatura albanesa me recuerda que Ismail Kadare es premio Príncipe de Asturias de las letras.
La velocidad es muy buena.
La ciudad se nota muy moderna y limpia y el paseo marítimo concurrido por locales y visitantes es agradable. Se nota que es una ciudad de muy reciente creación y que se encuentra en pleno "Bum" como muestra esta foto con el tendido aéreo de lo que puede ser la instalación de telefonía del edificio.
Hay también una queja de falta de saneamiento depurado y que toda la porquería va directo al mar, aunque esta queja es de los Griegos que dicen que quien ensucia sus costas es la corriente del Adriatico que les trae la porquería que tiran los albaneses.
Como sea, es un problema a medio plazo importante.
De momento Albania nos ha causado una muy buena impresión, aunque era fácil pues todo el mundo nos había colocado el listón del nivel muy bajo.
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