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jueves

07 y 08 de junio 2017.- Escala en Nisos Sifnos



La siguiente isla que ponemos en nuestro camino es Sifnos, una agreste isla con poco refugio y donde llevamos marcado en el derrotero una bahía de buenas dimensiones y con un pequeño puerto, Kamares, que tal como nos viene sucediendo a lo largo de todo el recorrido, suele haber amarre, agua y electricidad, pero que dadas las diemensiones y que solo entran unos pocos barcos (8 en este caso).

El precio es asequible, unos 7.50 Euros para nuestro barco y sobre º10 euros por conectarse a la electricidad y al agua.


Algunos barcos que llegan despues de las cinco de la tarde se intentan abarloar al muelle del ferry pero son alejados por la autoridad del puerto y deben de fondear en la otra orilla de la ensenada, donde se puede estar sin mayores problemas.


El dia está gris y caen esporádicas gotas de lluvia y aunque hay un autobús cada poco para visitar la ciudad o "Chora" de lo alto del monte, nos quedamos en el barco.


Hay una soberbia playa de arena fina y parece un lugar para pasar unas tranquilas vacaciones desconectado de todo.

Damos una vuelta por la aldea del puerto, donde hay un poco de lo mas imprescindible a nivel de alimentos.

Hoy todo está descolorido por la falta de luz. Hasta los omnipresentes gatos parecen desvaídos como si se tratara de los ancestros del gato de Cheshire.

Hay uno en concreto que nos sigue a donde vallamos y se coloca siempre de forma que aparezca en todas las fotos que intento sacar. Y aunque soy mas perruno que gatero, este se ha ganado estar aquí.


A la mañana siguiente, cuando vamos a seguir el viaje, nos encontramos con que estamos rodeados por una de esas vallas de protección de vertidos.

El día anterior hemos visto que le echaban una bronca al catamarán que tenemos a bavor, pues el motor no le quemaba bien y dejó una pequeña mancha de gasoil o aceite salidos por el escape del motor.

Pero se trata tan solo de una práctica, dirigida por la guardia costera para poner y quitar la protección. así que tenemos que esperar casi hasta las 11 del día para poder salir de nuestro encierro.


Desde Sifnos saltamos a la isla de Milos, Un viaje de unas 25 millas que hacemos en menos de cuatro horas impulsados por un viento por la aleta de unos 10/12 nudos.


Al fondo de la gran bahía de Milos está el puerto principal de la isla, donde los muelles están totalmente llenos de barcos de chárter diario de todo tipo, pero hay un pantalán flotante donde en su cara externa se puede amarrar y quedaron sitios vacíos, aunque no obstante unos días después , cuando empezó a soplar el Meltemi se cubrieron todas las plazas y  un buen número de barcos la tuvieron que pasar fondeados en las cercanias.



martes

05 y 06-06-2017 Isla de Parox

 El salto desde la isla de Naxos a la isla de Parox lo hacemos con viento fuerte de norte, pero calculo mal el abatimiento y cuando quiero darme cuenta gira un poco y nos deja teniendo que remontar hacia el norte con corriente mar y viento en contra.


Y puesto que navegar de ceñida no es de señores, encomendamos el trabajo a nuestro motor, que dificilmente  hace alcanzar los tres nudos al barco en estas condiciones. Despues, al doblar los islotes y cuando el viento debería de ser portante, escasea. Es decir que se va a cero y cruzamos toda la ensenada de Naousa con el motor encendido. Vemos barcos fondeados en las ensenadas , pero nos dirigimos hacia la marina de Naousa en el puerto.


Resulta ser un pantalán donde hay amarres libres con guía y fondeo preparado, sin utilizar nuestra ancla.

Iniciamos la maniobra y cuando tensamos el cabo de fondeo, se parte, dejándonos sin amarre. Afortunadamente ha sucedido en el momento del atraque, pues se podría haber roto en una racha de viento cuando no estuviéramos a bordo .


En el pantalán que mira al norte. algo mas expuesto al posible oleaje, fondeamos nuestra ancla y quedamos firmemente asegurados con nuestra inapreciable "Rodna". Poco después el muelle queda lleno de barcos de tránsito. A las tres de la tarde no queda nada libre.


El pueblo es eminentemente turístico, y la oferta de restaurantes se hace abrumadora. La carta es en todos muy parecida y casi igual a la que te pueden ofrecer en cualquier otra isla. Así que casi todo se limita a escoger el mas lindo colorido o el patio mas tranquilo o bullicioso.


Y los "Octopus" colgados al sol decoran muchas de estas tabernas, entre las que por fin aparece una con nombres sugerentes y mas de cocina del siglo XXI. Nos proponemos probarlo esa noche, pero al llegar, entre todos los restaurantes llenos a rebosar nuestra elección está completamente vacía, lo que nos deja un tanto perplejos y poco dispuestos a experimentar.

A la mañana siguiente nos movemos a otro puerto-marina de la misma isla de Parox, en concreto a Paroikia a tiro de piedra del anterior pensando en que sería tres cuartos de lo mismo.


De nuevo un puerto que está lleno por las embarcaciones locales y los espacios reservados por los barcos de paseo de turistas a las playas de la zona, el buceo, o el simple paseo.

Un muelle por la cara de fuera y los consabidos sustos y situaciones cómicas causadas por los inexpertos charteristas que un simple PER ( el título náutico mas bajo) les permite alquilar un cincuenta pies.

Lo que observamos desde el barco no invita a explorar nada. Seguramente otro arrebujo de restaurantes como Naousa. Solo salimos a dar un paseo cuando el sol casi se ha puesto.


A unos quinientos metros hay un molino de viento que suponemos es la copia de los de Mikonos y detrás  una zona de regalos y tiendecitas. Una puesta de sol y un paseo por las calles nos lleva a una de las mejores sorpresas de este viaje.


Tras de las tiendas los bares y demás "Tipical Grecia" un recoveco nos mete de lleno en El Castro, o fortaleza primitiva de la ciudad..

No queda apenas luz y estoy rabiando porque hemos encontrado el sitio mas fotogénico de todo el viaje hasta el momento.


 Y por todos lados los colores de Grecia. El blanco de sus casas y el azul de sus carpinterias pintadas.


Pero a esta hora falta a la cita el sol, para con sus rayos componer esa danza de luces y sombras que hoy faltan en mis fotografias.


Pero volveremos, al fin y al cabo esto es una primera toma de contacto con Las Cicladas profundas, que teniamos pendiente. Como solemos hacer damos una primera lectura rápida para entrar en materia. Mas adelante empezaremos a desmenuzar el recorrido y establecer nuestros puntos base y nuestros destinos escogidos.


De momento nos hemos hecho "Parokianos".



domingo

04-06-2017 Naxos-Un agujero de gusano

Aprovechando que por la mañana muy temprano salen varios barcos del pantalán primero, cambiamos de sitio y dejamos el barco amarrado en buenas condiciones, A las 10 de la mañana se han cubierto las plazas disponibles. Un solo catamarán a cubierto tres plazas.

Hemos alquilado un automóvil por 25 euros y nos hemos sumergido en el laberinto de carreteras del interior de la isla.


Solemos utilizar el procedimiento de recoger alguna propaganda de viajes organizados para ver cuales son los sitios habituales que visitar, descartamos playas e iglesias y hacemos nuestra propia ruta, dejando bastante margen a la improvisación.

Pero la isla de Naxos tiene un sistema de carreteras un tanto laberíntico, con tres categorías de carreteras que van desde las malas a las infernales, pero que merece la pena recorrer, tanto por la oferta de sitios que ver como por los paisajes por los que discurre. Aunque a nosotros nos va a deparar una sorpresa muy extraña.


El primer sitio que visitamos es el templo de Demetra, Un edificio de dos crujías cerrado por sus cuatro caras y con un pórtico de cinco columnas dóricas. Quizás lo que mas llama la atención del sitio es su emplazamiento, ya que no es mas que una colina entre muchas rodeado de montañas, contra lo habitual de ocupar un lugar prominente.

Sin embargo cuando se llega al templo hay "un algo" que te dice que el sitio es uno de esos "vórtices" donde confluyen fuerzas que no conocemos.

Y sobre todo el olor del campo circundante. En el camino a pie hasta el templo hemos recogido laurel, tomillo, salvia, albahaca aparte de otras decenas de plantas silvestres que desconocemos hasta el punto de que empieza a entrarte la sospecha de que en vez de encontrar el templo vas a encontrarte un gigantesco estofado.


Lo siguiente que encontramos es un monasterio, La torre Baceos. El edificio es de una familia particular, que lo ha restaurado y transformado en un centro de exposiciones, con lo que todas sus salas están ocupadas por instalaciones escultóricas de artistas del mundo entero.

El edificio desde el punto de vista de un arquitecto es muy interesante, pues se pueden ir viendo las sucesivas ampliaciones a lo largo del tiempo y su adaptación a los diferentes usos. Y como siempre comento, el hecho de moverte por un sitio tridimensional, te da una idea bastante buena de las proporciones de las pequeñas celdas, el ofertorio para solo los 10 o 15 habitantes del monasterio.


Siguiendo nuestra ruta llegamos al pueblo de Damalas, Naturalmente sojuzgado al negocio del turismo. Hay una tienda en la que tienen instalada un viejo telar, Nadie lo maneja  y hasta donde llega mi conocimiento de tales cachivaches, este no puede funcionar porque está mal montado. Ofrecen paños y "jarapas " supuestamente confeccionadas a mano, pero Lola me comenta que son demasiado iguales unas a otras para ser un trabajo no industrial.

Las mira, las remira, que si la trama, que si la urdimbre y termina encontrando los restos de una etiqueta cortada donde seguramente habría un hermosos rótulo "Made in China".


En otro pueblo, Salki, visitamos una destilería del siglo XIX, donde se hace un licor llamado Kitpon, una especie de Limonchelo a base de un cítrico parecido al limón. Las instalaciones, muy cuidadas y operativas, me recuerdan mi infancia cuando casi en cada casa había un alambique para destilar orujo.

Seguimos hacia el norte hasta Zapirantos, donde aparte de una construcción en piedra de un castillo solo encontramos las tabernas y restaurantes donde comen los turistas de los autobuses.

Salimos haciendo Fúuu como el gato pues otra de las cosas que hacemos habitualmente es no entrar en las tiendas a los que dirigen los guías turísticos a sus pupilos.


Y lo mismo con los restaurantes.

Para comer llevamos la guía de Lonely Planet para excluir como primera medida todo lo que ellos recomiendan. Venimos de una zona turística y sabemos como funcionan este tipo de recomendaciones, que como mínimo suponen un intento de masificar y rentabilizar un negocio, que quizás pudiera respetar, pero que no comparto.

Eliminados guías y manuales del perfecto viajero, solemos recurrir a lo que mi querido padre llamaba "el radar".

Esta vez nos dirige a un pequeño establecimiento en una pequeña aldea con cuatro mesas sobre un pavimento inclinado y a la sombra de una parra. Uno de tantos. Solo tienen para comer ensalada, berenjenas y albóndigas y vino blanco de la casa. ¡¡BINGO!!. Las berenjenas, asadas al horno y luego cocinadas con una salsa de tomate son un poema y el especial especiado de las albóndigas de estrella michelín. De postre, que te lo traen al pedir la cuenta, un dulce borracho del licor de Kitpon.


El pueblo donde hemos comido es la bifurcación para ir al norte 40 Km, a una playa o al oeste hacia las canteras de mármol y una factoría aceite que se puede visitar y que nos lleva de nuevo a la marina.

Tomamos hacia el oeste para hacer unos 20 km y cuando llevamos no mas de cinco aparece delante de nosotros la torre de Baceos, que hemos dejado atrás por la mañana ¿como hemos llegado hasta aquí?¿Donde hemos comido?¿que carretera hemos tomado?

A partir de este punto todo se transforma en un despropósito de carreteras secundarias, callejones sin salida y aldeas que no están en el mapa. Vamos buscando las canteras y las vemos en la distancia, pero las indicaciones nos llevan al final de una carretera después de bajar por una calle con mas de 20% de pendiente, que tenemos que volver a subir. Luego descubriremos que el carril de tierra que continuaba eran solo 500 metros hasta el yacimiento de las canteras. Hacemos casi 12 kilómetros para llegar a ese punto.

La cantera es espectacular. Y contemplar sus moles bien vale las vueltas dadas. Pero nos ha dejado cansados y nos saltamos la almazara. Cansados pero felices del ddía completo que nos ha brindado Naxos


sábado

03-06-2017 De Mikonos a Naxos


Solo 25 millas nos separan de Naxos, una de las islas de las Cicladas que no conocemos aún. Los vientos portantes del NNW. nos empujan sin mayores problemas y tras de 5 horas, sobre la 1 de la tarde llegamos al puerto de Naxox y dentro de él a la "marina" Naxos una pequeña instalación, donde el muelle que da a la ciudad, esta completo de sitios reservados para los barcos de excursiones.


El muelle transversal por los pesqueros y las lanchas de la policía abarloadas al muelle. Así que solo queda para atracar dos pantalanes donde solo queda sitio para atracar 25/30 barcos y muchos menos si entran los catamaranes.

En estas condiciones, con viento de 20/22 nudos el contramaestre se inventa sitios para tratar de dar cabida al máximo de barcos.


En la foto los tres últimos barcos están fondeados con su cadena y solo el primer velero contra la motora tiene una pasarela por el lateral a tierra. Los otros dos están abarloados a él.

Al fondo de la imagen el catamarán esta abarloado al último barco amarrado al pantalán y a el se abarloa un velero.

En el centro nuestro barco ( con las defensas azules) está con el ancla en el patín de babor del catamaran  y con largo de popa al muelle pero abarloado a un 55 pies italiano por cuya pasarela tenemos acceso a tierra.

Para terminar de complicar la maniobra, al entrar en puerto ¡¡como no!! deja de funcionar toda la electricidad y nos quedamos sin molinete. Nos toca fondear con el freno del cabrestante y pasar por las manos de un electricista, que en menos de quince minutos descubre que la conexión del cable que va de las baterias a la placa general de negativos que lleva el barco está sulfatada y floja.

El susto es mayúsculo. Nevera y congelador a tope y sin funcionar la electricidad.... Nos cobra 70 Euros. Es sábado, ha llegado en media hora a llamada del contramaestre y me ha dado una lección de lógica eléctrica. No me parece caro a pesar de ser mucho dinero.


Pasear por el pueblo de Naxos es un encanto después de estar en Mikonos. unas empinadas calles nos llevan a lo alto de un castillo-fortaleza desde elque se divisa toda la ciudad a los pies.


Se pueden ver las iglesias, la catedral ortodoxa en la ladera y la catedral cristiana en lo alto del castillo. Se han restaurado varios edificios y albergan exposiciones, pequeños museos y algún que otro restaurante.


Y por todos lados el contraste entre las blancas fachadas con sus carpinterías en azúl añil.


Y por todos lados las bugambilias y azaleas llenandolo todo de colorido, de ese colorido tan griego.


El pueblo tiene un tamaño muy asequible un istmo que cierra la parte del puerto destinada a los ferrys nos conduce hasta un inacabado templo al dios Baco.


Solo queda en pié un descomunal pórtico de marmol con el que un grupo de fotografos trata de encuadrar la puesta de sol, que se niega a nosotros oculta por las nubes.

Volvemos al barco preocupados por una fuerte racha de viento y pensando en lo precario de nuestro amarre. Pero todo queda en este falso aviso. La tormenta se ve en la lejanía



viernes

2017-06-02 Mikonos 2017

Hay algunas recomendaciones de no volver a los sitios de los que tienes un buen recuerdo, si quieres que este siga siendo bueno. Y en este caso se ha cumplido .

Nuestra nueva singladura nos lleva a uno de los destinos mas buscados de todos los viajes por el Mediterraneo, La isla de Mikonos y en particular el pueblo de Mikonos en la bahía de Mikonos.


Han pasado siete años y nuestros ojos se han acostumbrado al blanco luminoso y al azul añil, a las calles empedradas y estrechas de tantas "choras" visitadas, como para no ver que todo es un enorme decorado deslumbrante y efectista.

Si alguien está interesado dejo el enlace a lo que escribía hace siete años.

Enlace a la entrada de 2010

Nuestra llegada es a las inmediaciones de esa fachada veneciana tantas veces fotografiada, hasta el punto de que la isla muchas veces es llamada "Nikonos".


Para completar el espectáculo un grupo de molinos de viento cierran la otra rama de la bahía.


Después de hacer unas cuantas fotos nos dirigimos hacia la marina, a unos dos kilómetros al norte de la ensenada, que sigue igual que hace años. Sucia, lejana, mal atendida y expuesta al oleaje del continuo trasiego de ferrys y grandes cruceros que aquí hacen escala.

Se dice que en cuanto al tonto del pueblo le dan un pito y una gorra, hemos creado un tirano. Y a la entrada del puerto, donde !!hay atraques libres¡¡, un violento y mal educado individuo nos aturde con sus pitidos y voces impidiéndonos el atraque.

Nuestra sorpresa es tremenda, pues salvo en dos o tres marinas de lujo, el atraque en los puertecitos de Grecia es que el que primero llega es el que atraca y no existen reservas para nadie.

Aquí estan reservados para determinadas empresas de charter y nos " sugiere", que volvamos al día siguiente a las ocho de la mañana a hacer cola a ver si puede darnos atraque por unas horas. Mientras tanto que nos busquemos la vida y fondeemos donde podamos.

Afortunadamente la previsión es de una noche muy tranquila y nos  volvemos a fondear en la bahía de Mikonos pueblo. Lo cierto que es un lugar privilegiado para fondear, aunque con el problema de que el desembarco en la pequeña playa es casi imposible pues las olas de los ferrys no permiten dejar en ella las  auxiliares.


Afortunadamente nuestra auxiliar tiene un potente motor que nos lleva al puerto viejo y nos permite saltar a tierra y ver la puesta de sol ( hoy un tanto descafeinada).


Mikonos ha sido uno de los centros de reunión de la comunidad gay internacional y eso se notaba, pues hay que reconocer que la "pluma" da una des inhibición en lo superficial que lleva a explorar soluciones estéticas poco habituales, con lo que este grupo ha conseguido un puesto de honor en el mundo del diseño, la decoración y la moda.

Pero su peculiar forma de haber incorporado la arroba como definición de género, no ha podido frenar el mercantilismo de la sociedad actual y lo que eran en mi memoria tiendas de moda, joyerías, y galerías de arte con verdadero interés, han sido sustituidas o, pero aún, complementadas con toda esa cacharrería, made in china, de objetos que pretenden representar a Grecia y su pasado


Que nadie me mal interprete. Admiro el trabajo que mis compañeros arquitectos de Mikonos han creado o recreado en este pueblo. Y sea natural o artificial hay que reconocer que la fachada al mar es de una gran fuerza estética.


 y que en ella está perfectamente compensada la incorporación de el entorno comercial y que Mikonos seguirá estando en mis recuerdos como un icono de conservación de una estética tradicional de estas islas y de todo el Mediterráneo.


 Cerramos nuestra rápida visita ahondando mas en la llaga del recuerdo y volvemos a cenar los espaguetis con langosta que tanto nos gustaron hace años.


 Y aunque estaba muy buena y seguía siendo un plato relativamente barato, la langosta podíamos hablar con ella en castellano, no tengo muy claro si Cubano o Colombiano.

Y sobre todo no vimos al pelícano que era casi un símbolo dela ciudad.

Así que si aceptáis una recomendación de este viejo viajero, si no conocéis MIkonos, no os lo perdais, si lo conoceis, no volvais y atesorar vuestro recuerdo




martes

30 de mayo 2017.- Rodear Syros ( de Finika a Ermiopouli)

Recibimos una llamada de teléfono de nuestro amigo Fernando que nos deja muy inquietos.

Al parecer, la policía portuaria, normalmente bastante distendida en Grecia estos años atrás, se ha puesto seria en relación con los papales de los barcos y los documentos de entrada y estancia en aguas griegas..

Nos comenta que han impuesto multas de 6000 euros por no llevar al día el "Log Book". Parece que la cosa va sobre todo dirigida a barcos con banderas belgas y francesas, y a barcos sin pabellón nacional o que no coincida con la del estado de la matrícula del barco. La acusación es de piratería.


Nosotros llevamos el libro antiguo con un último sello de la entrada desde Albania, donde nos hicieron la advertencia de que el libro había cambiado y que la antigua norma de sellar en todos los puertos se había cambiado por un sello al menos una vez al año.

En cuanto a la banderas, lucimos una española con corona en popa, Una de visitante griega en la cruceta de estribor, y las de Asturias y Andalucía y las de la C.A. de nuestros amigos si están en el barco.

Dejamos atrás el pequeño puerto de Finika, que no nos ha dicho gran cosa, y bordeamos la costa sur de la isla, casi toda de acantilados donde aparecen algunas casas unifamiliares, siempre acompañadas de una pequeña ermita con su correspondiente tejado azul.

Esta práctica parece que se debe a que no está permitido construir a menos de cierta distancia de una de estas iglesias. No he conseguido averiguar si por tradición o por Ordenanza.


El puerto de Ermiopouli es inmenso como corresponde a la capital administrativa de todas las Cicladas y es posible encontrar prácticamente de todo. 

Pero todo en el quinto pino a la derecha, o en medida popular griega a "GUANJANDRE METROS"
comodín que lo mismo significa 50 metros que dos kilómetros.

Y es como en cualquier gran ciudad que tiene puerto. La marina, que está casi abandonada y donde hemos visto un barco con la bandera del independentismo catalán precintado y cuya fotografía no reproduzco por respeto a la intimidad del patrón, pues sale el nombre y la matrícula.


Casi en el centro de la ciudad han dispuesto amarres en la zona de ocio, con las escalas casi encima de las mesas de los restaurantes y el correspondiente ruido.

El atraque cuesta para nuestro barco 18 euros el primer día incluido el agua y la electricidad, y si estás mas dias te regalan el agua y la electricidad que consumas, cobrando solo las tasas portuarias, unos 8 euros al día.

La capitanía está cerca (guanhandre) y el trámite de obtener el nuevo LogBook es muy sencillo, salvo que vuelva Ud mañana que hemos cerrado, y ahora necesita hacer el ingreso en un banco de 50 euros. Banco que está a guanjandres y jandres de distancia.


La ciudad es limpia y acogedora, hay un comercio no agresivo y edificios interesantes como el ayuntamiento.

Hay un Lidl, se encuentran botellas de camping gas y un par de náuticas muy bien surtidas, laro que mejor es tomar un taxi, que como siempre son "guanjandre" pues hagas el recorrido que hagas te cobran cuatro euros.


La ciudad se extiende por dos colinas. La primera de ellas coronada por una catedral ortodoxa, con su correspondiente cúpula azul.


La segunda coronada por una catedral, convento de Confesión cristiana romana.



Pero como las dos están a "guanjandre" pero esta vez cuesta arriba, no le hemos hecho los honores que quizás se les deba.

Eso si, aparentemente viven juntos pero no revueltos y llama la atención no ver personas de etnias diferentes, chinos, mauritanos, turcos, senegaleses y demás etnias de los actuales emigrantes no están presentes en las calles.

Calles que, para no variar, disponen de unas aceras de no mas de 40 cm por las que, de poder circulare sin obstrucciones, hay que hacerlo de perfil.