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jueves

02 y 03-09-2010 De Atenas a Argostoli (Kefalónica)


A las 4,30 de la mañana llega Jordi, un chaval de 27 años, que resultará ser un excelente compañero de viaje. Se ha sacado el PER se ha comprado un 24 pies y quiere añadir experiencia a su historial, de momento bastante vacio de contenido en el tema nautico. Me llena de orgullo ver lo maravillado que se queda al ver nuestro barco y no se acaba de creeer que tenga un camarote y un baño (llama lavabo al retrete) para el solo.
Le enseño lo mas imprescindible y salimos a navegar en cuento se hace de día y lo acuesto obligándole a dormir. Quedan muchas millas por delante, pues queiro llegar a Argostoli en Kefalónica para intentar pasar a Sicilia directamente.
Pero mejor os lo cuenta él.

Hola, soy Jordi, el compañero que se ha ido con el Capitán Teach a traer el barco desde Grecia



El primer día llegue en avión a Atenas desde Barcelona. Una llegada un poco accidentada ya que me costó un poco encontrar al Capitán Teach. Pero gracias a sus indicaciones llegue a Marina Zea y lo que vi me dejo patidifuso. Yo soy armador de un Puma 24 y eso de que el tamaño no importa… que queréis que os diga, vaya barco el Capitán Teach! Poco después de volver en mi hicimos las presentaciones, un té con leche y a largar amarras.


Empezamos a navegar y yo a babear, babas a babor y babas a estribor. Durante la mañana navegamos hacia el canal de Corinto que por entonces yo solo había visto en google maps. Por el camino un montón de Mercantes, el capitán me enseña cómo funciona el AIS y unas cuantas cosas más del equipamiento. Llegamos al canal, primer problema estaba lleno de barcos esperando tanda para pasar. Nos obligaron a dar vueltas mientras esperábamos, al final el Capitán decidió abarloarnos al lado de un velero italiano que gentilmente nos ayudó mientras él iba a pagar las tasas. Poco después el primer momento épico del viaje (ya llevo unos cuantos, si el capitán os cuenta…) cruzar el canal, el agua azul turquesa, los puentes, fotos y una buena cerveza para celebrarlo
 
   
Salimos del canal y pusimos rumbo hacia nuestro siguiente objetivo el puente de Rianon en Patras. Salir del Canal y el mar en calma, un montón de medusas, yo disfrutando a tope. Comimos una ensalada con salmón y seguimos dándole caña. Pero el mar se empeño en jodernos un poco y se pico. Acostumbrado a mi Puma, al ver olas un poco grandes pensé que ya empezaba el movimiento. Pero a este barco no lo impresionan unas olitas de nada y fuimos tirando contra viento y corriente, sin prisa pero sin pausa. Quede alucinado con la seguridad que transmite el Bavaria, me puse traje de agua y a disfrutar con las salpicaduras. Empezamos a hacer guardias de dos horas, es increíble llevar un barco tan grande con timón uno solo. Yo soy de los de caña y de día… la caña de noche en la barra de un bar. Disfrute como un enano oteando el horizonte y mirando el AIS en busca de barcos que nos pudieran traer problemas. Un par de guardias mas y se empezó a vislumbrar en el horizonte el puente de Rianon, al principio pensé vaya puentecito pero a medida que nos acercábamos la cosa cambio y adquirió proporciones épicas. Más aún cuando pasamos por debajo contra la corriente con una sonrisa en mis labios. Después seguimos con las guardias y al final después de casi 180 millas llegamos a la ciudad de Argostoli en la Isla de Cephalonica. No voy a comentar el tema de cómo amarramos porque el Capitán casi me echa por la borda.. Pasamos la noche en Argostoli donde coincidimos con una exhibición de Motoras de radiocontrol


Los atraques del dia de llegada a Argostoli no tienen desperdicio. Nos toco hacer de todo.
Para empezar atracamos abarloados al muelle. Jordi no sabía saltar al muelle y menos mal que nos ayudó un aleman de un barco cercano. Al poco rato aparece un "Guripa" y nos dice que tenemos que poner el barco perpendicular al muelle con nuestra cadena. Y así lo hacemos, pero cuando llega el del tanque del gasoil nos dice que solo puede servirnos gasoil en el muelle del Ferry y que tenemos que amarrar alli. Vuelta a empezar y cuando terminamos y de vuelta a nuestro amarre original, está ocupado y nos volvemos a abarloar al muelle, que ahora está marcado con cintas de colores. Tendremos que dejarlo libre antes de las siete de la mañana, pues es la zona que tienen los barcos de radio control para su carrera del domingo ( dentro de dos dia). Así que con cuatro atraques en un par de horas pasó de todo. Al final, cuando le pedía un cabo, ya no me tiraba el cabo completo.
Curioso que sus nervios a mi me calman.


miércoles

01-09-2010 La Acropolis dorada

Mientras hago tiempo a la espera de Jordi que llega a las tres y media de la madrugada, me voy en el metro a dar una vuelta por Placa, el barrio de las pulgas o rastro de Atenas y aprovechando mi nueva etapa de tercera edad, me voy a ver de nuevo el Acropolis a mitad de precio.

Estas son algunas de las fotos que he sacado con la nueva cámara con la que aún no me entiendo demasiado bién



Por la tarde hago la compra en un supermercado de la cadena Carrefour que hay justo en la puerta del pantalán.

He enviado a Jordi un plano con el recorrido a hacer para que se lo de al taxista, pero en cuanto le dice Marina Zea, lo deja en la puerta de la marina ¡¡ a casi dos kilometros del pantalán!!. Mas lejos de lo que estaba si hubiera venido andando.

Os dejo el plano por si a alguien le puede servir de ayuda. Marina Zea no es cara y está muy bien centrada si no te importa usar los servicios públicos.

martes

31-08-2010.- De Lavrio a Atenas en solitario


En Lavrio he pasado cinco dias amarrado al pantalán de los charter, gracias a Mohamed, un pakistaní que trabaja con ellos. El motivo ha sido un fuerte dolor de lumbago despues de haber tirado de las amarras en una postura no muy correcta. No había querido decir nada a Lola para no preocuparla, ya que me daba igual esperar aquí o en Atenas a Jordi, un chaval de 27 años que se ha apuntado a ayudarme a llevar el barco un tramo de la vuelta. Nunca he viajado en este barco sin que Lola me acompañara
Cada día doy una vuelta por el pueblo y ya voy incluso saludando a algunas personas con las que me cruzo todos los dias. Es un pueblo muy tranquilo y poco turístico, donde vienen de los pueblos cercanos a acercarse al esos últimos resquicios de pescado que quedan en esta zona, que empieza a estra tan esquilmada como la costa de Croacia.

Desde luego los precios son para un español, comedor habitual de pescado un poco altos, pero se trata de la ley de la oferta y la demanda.

En mi deambular he sacado algunas fotos de una característica muy común a toda Grecia. La falta de todo respeto a las aceras. De hecho cuando se va al supermercado con un bolso con ruedas, la vuelta ha de hacerse siempre por las calzadas, ya que las aceras son el lugar de las motos aparcadas, las sillas y las mesas, no solo de los bares, sino de los particulares y lugar de almacenamiento de las cosas mas inverosímiles, como la jaula de este zorro en plena esquina
Aparatos de aire acondicionado a escaleras de acceso al local comercial...
Muestrarios de mercancía...
o escaleras de acceso a las viviendas...
La verdad es que no se como me estraña viniendo de donde vengo. Nuestros administradores por delegación (Ediles, Concejales) suelen querer dar una imagen de su eficacia de forma inmediata a su entrada en la alcaldía para justificarf sus prevendas y nada mas a mano que las pobres aceras.

A los pocos dias de unas elecciones comienzasn sistemáticamante las obras en las aceras. Cambios de pavimentos, plantación de arboles o modificación de alcorques, bancos, señales de tráfico y toda suerte de mobiliario urbano, amén de los correspondientes containers para la basura o mas reciente las "islas ecológicas". 

Toda una suerte de soluciones para que no quede sitio donde puedan hacer uso de ella los peatones, que han de comprarse un coche para, consumiendo, ayudar a salir a todos de la crisis. Y es que llevamos muchos meses sin que los políticos se suban el sueldo 
Así que me he encontrado en Lavrio como en casa, pero cuando he soltado las amarras, toda esa tranquilida se ha transformado en un desasosiego muy fuerte al ver que me esperan vientos de 25 nudos por la proa en el camino hacia Atenas. Es mi primera experiencia en solitario con este barco, y aunque mientras estamos navegando muchas veces hago maniobras con Lola durmiendo, el mirar ahora mi baliza de rescate de "Hombre al agua" que emitiria una señal que no despertaría a nadie, me ha dejado intranquilo.

Tengo que hacer ejercicios de respiración para calmarme, y me acuerdo de un amigo que con un barco gemelo al mio, en el momento de zarpar en su viaje en solitario, despues de una preparación exaustiva, se dió cuenta de que no era lo suyo el estar solo y abandonó.


Afortunaamente para mí, la travesía no presenta ningún problema y doblo sin problemas el cabo Sunión, desde donde me contempla el templo de Neptuno y llego felizmente al puerto de Marina Zea en el Pireo junto a Atenas, donde una maniobra de atraque un tanto compleja la resuelvo solo sin mas contratiempos. De todas formas no se si estaría preparado para hacer toda la vuelta sin compañía

miércoles

25-08-2010.- Del acropolis al avión. Hasta pronto, Lola

Tenemos todo el día libre hasta las tres de la madrugada en que sale el avión de Lola con destino Barcelona-Málaga, así que una vez finalizadas las tareas de empaquetado de equipaje, decidimos que por lo mismo que nos va a costar el taxi de Lola al aeropuerto, podemos alquilar un coche y darnos una vuelta, por Atenas a ver algunas cosas que quedaron pendientes el año pasado, y ver el nuevo museo del Acrópolis innagurado este invierno.

Entrar en Atenas es fácil, solo hay que seguir unas indicaciones que van diciendo centro, centro...El problema es que una vez dentro todas las indicaciones están en griego y caminamos a ciegas, guiados solo por el instinto, con idea de encontrar un aparcamiento y dejar el coche. Pero la suerte nos acompaña y por una calle lateral acierto a ver el Acrópolis. Si lo voy dejando siempre a la izquierda y me acerco a él, nos acercamos a nuestro destino que está cerca de los teatros de la ladera.

Al poco rato reconocemos que estamos en las calles de Placa, el mercado de las pulgas y tras de algunos pasos mas, ¡¡BINGO!! encontramos un aparcamiento libre a menos de cien metros de la puerta del museo

Se trata de un edifiio de aspecto "modernete", es decir básicamente rectangular y con una planta descuadrada, a lo Campo Baeza, que a mi siempre me han parecido mas falta de precisión en el uso de la escuadra y el cartabón ( o sus sucedanos informáticos) que autentica capacidad de creación de sus autores. Claro que ellos están en las revistas y yo no. Claro que ellos juegas a eso y yo no.



El resto de las notabilidades del proyecto es casual, como la aparición de unas ruinas durante el proceso de construcción y su integración al edificio como un elemento mas y un sofisticado modelo mecánico para la prevención de daños por terremotos mediante un sistema de péndulo, como el de las torres petronas de Malasia y sobre el que algunos autores dejan muchas dudas de su eficacia. Desde luego no deja de sorprender el grandísimo vuelo de la entrada, que en caso de sismo impondría una componente de aceleración de difícil control por la forma en que se une al resto del edificio
Los espacios son amplios y de momento poco llenos y es de agradecer el poder ver los originales del Pórtico de las Cariatides de cerca y a nivel de los ojos. Las fotografías está prohibidas y hay un fuerte control sobre el tema
Las fachadas laterales permiten ver el Partenón sobre la colina cercana e iluminan de una forma poco natural, por falta de sombras las réplicas de las metópas y el friso interno, donde sucintos carteles anuncian que los originales se encuentran en... el Museo Británico en su mayoría. A pesar de todas las críticas la idea es buena y permitiría tener a buen recaudo las piezas originales, tal como se han conservado y hacer una restauración  con todo el colorido y dorado brillo del original, para que nos pudieramos hacer una idea de como vivian estos primitivos reinos, siempre en disputas y que han culminado en este invento moderno que es el estado griego, mal que les pese ( y les pesa) a los turcos

Una vez en la calle no sorprende de pasada un cartel que anuncia una exposición sobre arquitetura española
Volvemos al barco y descansamos, cenamos y nos despedimos. Lola tiene que dejarme, con envidia, pena y mucha preocupación para que yo me encargue de llevar sano y salvo al Capitan Teach hasta su base
Mañana será otro día. Mañana empezará otro viaje

martes

24-08-2010.- Triple entrada ( Cabo Sunion)

Nos levantamos temprano (seis de la mañana) para salir con las primeras luces del día a hacer el que va a ser nuestro último tramo juntos (Lola y Yo) de este viaje, Ya que Lola va a volver por avión y yo regresaré con el barco poco a poco, solo si no encuentro quien me quiera acompañar.

El viento es de fuerza seis-siete por la popa casi cerrada y hacemos una navegación muy tranquila con solo la trinqueta y motor a ralentí. Nos acompañan olas de máximo dos metros  a partir que se separan las costas del continente y de Evia.

Llevamos una información de unos amigos de que en vez de ir a la Marina Olimpic (48 € mas Iva) hay un puertecito y un fondeo natural muy protegido en Puerto Rafti, que está mucho mas cerca del aeropuerto.

Al llegar allí efectivamente entramos en una ensenada donde muchos barcos permanecen el invierno amarrados a un muerto o a su propia ancla. Pero el muelle al que quiero amarrar, solo acepta cinco barcos y está totalmente ocupado. Además hay barcos haciendo cola para amarrarse y no se ven casetas de agua ni electricidad. El pueblo es poca cosa y veo dificil que se pueda alquilar un coche para aprovechar e ir a Atenas.

Así que decido continuar viaje en dirección a la Olimpic Marina.

Pero llama mi atención la existencia de un puerto grande al que el derrotero apenas hace referencia, Puerto Lavrio.

Nos encaminamos hacia allá y entramos a ver que pasa y terminamos amarrados en el muelle de los barcos de Charter y conectados a la electricidad de forma gratuita hasta el viernes en que llegan los barcos del charter. Hay un pueblo con casi de todo incluido un Ren a Car, supermercados, restaurantes, tabernas, etc
Para no quedarnos con la duda caminamos hasta la Olimpic Marina, que presume de ser la mejor de Grecia y... ¡¡ Menudo chasco!! Efectivamente la marina está llena de barcos pero en tierra no hay nada de nada. Una tienda de náutica muy cara ( mejor diría que carísima), un bar y un supermercado que aparte de un "parchis" y cuatro latas no tiene de nada. Es una copia del desierto del Sahara, pero en Marina.




Me acerco a preguntar el precio de un atraque por contrato anual para un barco como el mio (de 12 a 15 metros) casi 9.000 € mas iva.

Volvemos dandonos felicitaciones por la suerte de haber encontrado el puerto de Lavrio, sin que nadie nos hubiera hablado de ello, a pesar de que pasamos la noche cerca de un bar que nos ha tenido con música griega hasta las cuatro de la mañana.

Total a escoger y revolver.

domingo

22 y 23 de agosto- El puente de Khalkis


Dejamos atras el puerto de Thermas con su vida de valneario y nos preparamos para correr el viento del norte que tenemos anunciado llegará hasta fuerza 6 del Norte, aunque luego la realidad es que el viento viene del Este y con la velocidad del barco el aparente se transforma en vientos que en las rachas llegan a los 42/45 nudos.

Navegamos solo con la trinqueta y una punta de motor, y a pesar de que apenas hay mar, las rafagas levantan un chispeo que nos obliga a ponernos los chubasqueros.

Obligo a toda la tripulación a ponerse chalecos y arneses cuando veo que una de nuestras invitadas, que pasa, en un momento de hacer una carantoña a su pareja, a salir despedida al asustarse con un roción y perder el equilibrio. Solo va hasta el asiento contrario, pero... Mejor prevenir
 
Llegamos a Khalkis sobre las cinco de la tarde y el muelle está lleno de barcos, pues no han abierto el puente la noche antes. Hay barcos abarloados de dos en fondo y la tipica motora que se niega a que nadie se abarloe a ellos.Hacemos un atraque de esos milagrosos donde quedamos a menos de medio metro del barco a motor y a menos de otro medio de una linea de fondeo de las barcas locales y pegados al muro en que hay una pieza metálica que amenaza nuestro casco. Todo ello con vientos de 25 nudos. Una colocación estratégica de las defensas parece funcionar.
.
Hay que ir a una oficina de la autoridad portuaria a pagar las tasas de paso del puente, unos 18 Euros, y aprovecho para ver el puente de marras.

Me deja impresionado la fuerza y la velocidad con la que pasa el agua. Me cuenta un marinero que en esta zona tan estrecha, donde murió Aristóteles, tratando de investigar las causas de esas corrientes, que no guardan una relación directa ni con la luna ni con las mareas. Un reasponsable del puente decide cual es el momento oportuno para cerrar el tráfico y pasar los barcos.

El proceso es complicado. A las diez de la noche te piden que conectes la emisora de VHF en el canal 12 y permanezcas a la escucha. A las 12 y media te piden que permanezcas en "escucha". A las dos de la mañana hay una llamada personalizada a nuestro barco para decirnos que preparemos el barco, que en 20 minutos comenzara el operatvo y que no movamos el barco hasta que pasen los grandes Barcos y que luego iremos nosostros

Mientras tanto una barquita recorre el canal haciendo mediciones de corriente. Suena la señal y comienza el operativo. Cuatro veleros salen del sur hacia el norte dos motonaves pasan del norte al sur. Unos ocho veleros y dos motoras les seguimos y pasamos el canal sin corriente de ninguna clase y enfilamos hacia el sigueinte puente, un colgante de treinta y cinco metros de luz

Las luces de las ciudades costeras hacen dificil ver las luces de navegación de los otros barcos ni las de las balizas de enfilaciones.

Son las 4,00 de la mañana. Hemos estado casi 12 horas para pasar el puente de las cuales cinco han sido de guardia junto a la emisora, con golpes de viento de mas de 25 nudos y fuerte corriente. Es sorprendente que en el momento de abrir el puente todo ha quedado calmado, viento y corriente y el paso es sencillo, pero el agotamiento psiquico es grande y se impone dormir un poco.


Navegamos hasta salir del "Diavolos" y nos vamos a Erétria, un puerto de pescadores y salida de ferrys que utilicé para pasar a Atenas a por la hélice y al que me atrevo a entrar a pesar de que la luna se oculta y gacemos la maniobra en la mas absoluta oscuridad.

Todo el dia 23 lo hacemos de descanso, playa y comida en la calle. Como no, pulpo a la brasa y espaguetis con langosta y un largo, largo paseo hasta y desde el barco



sábado

21-08-2010.- Vathoudhi a Therma (Evia)

Despues de una noche placentera en la ensenada de Vathoudhi y tras de un buen baño de mar en estas aguas tan calientes en que apenas notas que has entrado a remojarte en el líquido elemento, salimos hacia el canal que separa la isla de Evia del continente griego.

El viento se muestra caprichoso y a veces escasea, pero en general la cercania de los vientos de "meltemi" se impone y podemos navegar con un viento que nos entra por una aleta, por lo que lo hacemos solo con el génova, soltando y recogiendo del enrollasdor para hacer de la navegación algo placentero y no forzado.

El paisaje discurre cambiante y entretenido en este día nublado y tristón en que incluso nos llueve en plan de "orbayu". Pinos y Olivos se suceden en pendientes increibles hasta tocar el agua. El AIS solo detecta el tráfico de ferrys y al entrar en el golfo de Evia aparecen las primeras playas, no muy concurridas dado el mal aspecto del día

Guiados por la única referencia de la guía Imray recalamos en un pequeño puerto pesquero de una ciudad llamada Therma. El puerto es minúsculo y somos el único barco deportivo de mas de seis metros de eslora y prácticamente ocupamos todo el muelle junto a una bocana de no mas de ocho metros. Fuera del puerto un inmenso muelle recibe los transbordadores que unen el norte de esta isla con las ciudades del continente.

Nos llama la atención la escena de cientos y cientos de "abueletes" metidos en el mar hasta el cuello y muy quietos. La falta de los gritos y carreras de los niños y los jóvenes hacen de esta escena una imagen absolutamente subrerealista, como sacada de una película de Fellini.

Nos llegan los sonidos de una ciudad, balneario, muy tranquila y donde somos el motivo de curiosidad de cientos de paseantes de la tercera edad que deambulan por el muelle a la busca del freco marino.

Un grupo de griegos vestidos con camisetas del equipo de futbol del Barcelona, celebra la victoria de este sobre el Sevilla F.C. Y es que son auténticos forofos del futbol y la enemistad deportiva de sus equipos locaes se transmite a las rivalidades de equipos de otros estados, y como no, la pelea futbolera Madrid Barcelona

viernes

20-08-2010.- Skopelos- Vathoudhi

Pendiente de contar como son, a mi entender, las islas del arquipielago de Las Esporadas, comenzamos el regreso a casa, aún con visitantes a bordo que quieren ver, desde el mar, un sitio del que conservan una imágen muy bucólica.
El momento no puede ser mas adecuado, nuestra informadora, "la Srta. OK" avisa de que el Meltemi hace acto de presencia con previsiones de fuerza 6 y 7 para dias sucesivos.

Así que salimos de Skopelos en dirección a Skiatos, con viento de través que nos permite andar vivo en la dirección adecuada.

En rumbo hacia Skiatos escuchamos la radio en el canal 77. Es el "Nisos Kea" un barco de charter que lleva a la familia de Ander, -con quien hemos coincidido en varias calas y ahora son nuestros nuevos amigos-, que intentan llamar al "Alea". Pero ni ellos ni nosotros podemos contactar con ellos. Han sufrido una terrible tragedia personal en la pérdida de un ser querido y nos hubiera gustado darles un saludo de ánimo.

Nos despedimos del "Nisos Kea" por la emisora en este suúltimo día de vacaciones y seguimos nuestra ruta hacia el canal de Trikeri.



El primero de los puertos que encontramos, se llama como la peninsula, Trikeri, y lo mismo que el pequeño pueblo que se cuelga de la falda de la montaña. Se trata de un pequeño muelle pesquero donde se puede abarloar de costado al muelle, pero el movimiento de las olas nos parece un poco excesivo, y dar el ancla es problemático porque los fondos inmediatamente se van a los 20 o 30 metros de profundidad.

El siguiente esta ya en la pequeña isla de Palaio Trikeri, al norte de la peninsula, su nombre es Skála. Los atraques son casi imposibles, aunque vemos tres veleros que lo han conseguido de una u otra forma. Hechamos de menos un derrotero detallado de los fondeaderos y calas, pues a lo largo de la costa vemos muchos barcos fondeados en sitios que según nuestras cartas son dificiles o imposibles


Finalmente llegamos a nuestro destino. La bahia de Vathoudhi, lugar de fondeo anual de la flota de SunSail. En el día que llegamos 35 barcos esperan a sus arrendatarios flotando en este inmenso lago.

Fondeamos en 15 metros de agua entre barcos que flotan esperando a sus dueños y quizas lo hagan hasta un año completo. No es el único sitio de este tipo que hemos encontrado en Grecia y desde luego es una opción francamnete barata

jueves

29-07-2010.- Los colores de Scopelos

Por fin estamos en las Esporadas, y vamos "caleando" con visitas de a veces dos y tres calas al día. Y cada día descubrimos algo nuevo, Informaciones fiables y "desinformaciones" de paraoic@s

Hemos navegado con nuestros primeros invitados y esperamos a otros mas, hemos cambiado nuestros planes de vuelta a casa y descubierto "Troles" en nuestra Web.

Nos hemos tropezado con amigos que navegan por estas aguas, y algunos que aunque navegan por estas aguas no son amigos.

Mucha información y dificultades para conectarse a Internet hacen que todo ello sea dificil que sea contado en tiempo real como hasta ahora.

De momento hemos hecho de Skopelos nustra base y os he preparado un video con fotografias de este colorido pueblo. Espero que lo disfruteis.

martes

27-07-2010 viaje a ATENAS a por una Hélice

Os contaré yo, ahora, mi versión.

Navegabamos sin mayores contratiempos que los mareados tripulantes a vela remontando hasta la isla de  Alonisos, cuando al llegar a sus cercanías escaseándo el viento arrancamos el motor y al introducir la marcha atras, para que girarar un poco la hélice y luego embragar adelante para poner en marcha el sistema de Over Drive de las hélices Gorit ( que Dios confunda), note que no entraba la velocidad, ni adelante ni atras.
Revisado el sistema de morse y el mecanismo de levas de la inversora, solo quedaba ver si algo se había enredado en las palas.

Imaginaros la cara de pánfilo que se me queda cuendo al bucear hacia la cola, veo el eje de la inversora limpio y relucienteb pero sin los casi 3000 euros de la superespecialisticalifragilosa Helice Gorit.

Solo queda escoger un puerto grande y bien comunicado y navegar a vela hasta ese destino. Y aprovechar el tiempo de paso por lugares con covertura para contactar via internet con amigos y conocidos, mirar talleres y proveedores en grecia y rezar por que no se establezca el mal tiempo, pues las referencias que tenemos sobre la actuación de Salvamento Marítimo en estas aguas deja mucho que desear en cuanto a remolques de yates con problemas. 

De las muchas opciones, la mas adecuada parece la de comprar una hélice estandar y poder seguir el viaje, ya que dentro de muy pocos dias tenemos previsto recoger a nuestros primeros pasajeros. Encuentro por medio de un E-Mail un proveedor de Volvo que tiene una en existencia en Atenas.

Las alternativas de incluso mi amigo Enrique del "Telémaco" que me ofrece prestarme la suya e repuesto son complicadas y suponen muchos dias de espera para poder mandar o recibir la pieza, pero son muy de agadecer. Incluso el representante de Gorit hecha la caña de pescar y me ofrece una solución. Que si le pago por adelantado el puede pedir la hélice que estaría en Barcelona en cinco dias, y luego ya me la mandará. Eso si, me hace un descuento y me vuelve a proponer una hélice de paso equivocado como la que no me funcionaba. Me suena a cachondeo, por que no quiero pensar que piensa que soy gilipollas, si no simplemente que no le da mas de si el cerebelo.

Negocio un taxi y por un atajo que evita el puente entre Evia y el continente, y consiste en cruzar en un ferry, hacemos el trayecto de ida y vuelta en menos de cinco horas,mientras tanto que charlamos sobre Grecia y España y sus sociedades y formas de gobierno. Un rato muy ameno.

Un cuarto de hora bajo el agua y la nueva hélice queda lista y funcionando. La compañía de Ramiro y su familia nos ha ayudado mucho en esta historia. Espero que no rompamos el contacto. Cenamos juntos en la calle en plan griego y nos despedimos con un fuerte abrazo.

Mañana seguiremos nuestro viaje rumbo a esas Esporadas que se nos están negando



lunes

26-07-2010.- SKIYROS-¡¡PERDEMOS LA HÉLICE!!--KIMI


Haciendo una excepción voy a dar esta vez la palabra a un pasajero del barco, para que la narración sea desde el punto de vista de una tercera persona, ajena a nuestro mundo. He aquí lo que narro Ramiro de este nuevo incidente

"Llevamos 25 años viajando a Grecia el mes de vacaciones y conocemos otras tantas islas de este país tan extraordinario como contradictorio; padecemos esa enfermedad que los Durrrell llamaron “islomanía”. Los primeros años giramos las visitas culturales obligadas que se hacen de Grecia, un destino turístico de primer orden. Ahora, con nuestros hijos, repetimos, sin renunciar a conocer más islas, pues cuenta con 2000 y más de 200 de ellas habitadas. Todo sigue aquí: el mar, el cielo, la tierra, los griegos con sus cóncavas naves… ¡Que nos importa que ya no encontremos a Sócrates en el Ágora, con la tranca en la mano parando a los turistas que se cruzan en su camino! Aquí permanece todo lo eterno. Canta Kilaidonis con ironía “Grecia nunca morirá” ( I Helada poté den pezeni) y un amigo griego contesta “ pero los griegos sí” Ellos lo inventaron todo y la comedia sigue.



Este año vinimos a Las Eporadas y la primera fue Skiros, en el Aquileas, donde Tetis escondió a su hijo tratando de eludir la inevitable tragedia homérica. El barco va de Kimi, en Ubea a Linaria, el único puerto viable para ferris y otros barcos de cierto calado. Nos quedamos allí la primera noche con la intención de alquilar un coche al día siguiente como solemos hacer y buscar así donde quedarnos el resto de las vacaciones. Tras la ducha salimos al muelle buscando alguna taberna donde cenar.


Fue Bruno, el mayor de mis hijos, quien primero vio la bandera española en un velero amarrado allí. Y con ella la andaluza y la asturiana y otra con tibias y calavera. No es que andemos a la caza de españoles por el mundo, pero, ¡hombre!, una bandera asturiana en un “puertín” de una isla donde apenas hay turistas extranjeros y menos aún españoles, es una sorpresa agradable que no podíamos pasar por alto. Saludé con un “ buenas tardes” al lobo de mar que andaba por la cubierta y tardó en contestar, quizás sorprendido a su vez por nuestra presencia allí ¡Asturianos en Skiros!. Era Alberto, patrón del velero Capitán Teach, ovetense de nacimiento y andaluz de adopción, argonauta moderno, con su mujer, Lola, gaditana. Después de los saludos de rigor, el intercambio de información y anecdotario correspondiente, nos invitaron a ver con ellos el gran premio de Alemania de Fórmula I, en el que Fernando Alonso, otro asturiano, salía en segunda posición. Sobre todo Mabel, mi esposa, entusiasta seguidora de Fernando, agradeció más si cabe cuando Alberto prometió compartir una botella de sidra por una victoria, según él, cantada, como así fue.


Skiros es una isla “Piquiñina” que no llega a 350 habitantes en verano, contando a los turistas, la mayoría griegos. Se recorre en coche en una mañana haciendo las paradas obligadas en los sitios “más guapos” pero no encontramos la “casina” que nos gustara y volvimos a comer a Linariá. Era el comienzo de la carrera y en el barco había interferencias, de modo que nos trasladamos todos a una taberna cercana, donde nos pusieron una enrome tele para nosotros solos. El placer de comer juntos la riquísima comida griega, charlando y viendo a Fernando Alonso nos hizo olvidar hasta la sidra.


En la sobremesa, Taso el pequeño, hizo sus juegos de magia con la baraja española que siempre lleva en los viajes y Alberto le enseño trucos nuevos que Taso agradeció con sus “¡Es Buenísimo ¡”. Por la tarde los chavales echaron la partida con Lola y Alberto en el Barco. Después el capitán, pianista malogrado al que falta apenas un curso para terminar la carrera de piano, arquitecto de profesión y que lleva un gran teclado en el velero y Bruno, todavía principiante, nos ofrecieron un pequeño concierto mecido por el mar de Homero. En fin, enterados de que nos sería difícil encontrar un lugar en Skiros, nos invitaron a navegar con ellos hasta Alonisos, otra de las Esporadas, unas treinta millas al norte. Aceptamos encantados aun sabiendo que tanto Taso como yo somos proclives al mareo. Salíamos a las siete de la mañana.


A las siete menos cuarto sentados en un banco del muelle frente al velero, con las mochilas esperábamos los cuatro, a perro puesto, que abrieran el barco para iniciar la corta travesía. Los canales entre islas son a veces complicados en esta parte del Egeo y había amanecido muy nuboso para lo que suele ser habitual en este mar, donde en 25 años no nos ha llovido más de media docena de veces. Los partes meteorológicos tampoco eran muy propicios, pero no tan malos como para tener complicaciones. Salimos de Skiros sin problemas y con Alberto enseñando a los “guajes” como se maneja el timón y ellos encantados de verse pilotando y haciendo fotos para recordar y enseñar a los amigos.


Con la mar algo rizada, una ligera marejadilla y aumentando la nubosidad, salimos a mar abierta con Lola y Alberto preparando la maniobra para tender velas y enfilar hacia Alonisos que esperábamos alcanzar poco después del medio día. Navegábamos ciñendo porque el viento entraba de proa, pero íbamos como la seda. Sin embargo el tamaño de las olas aumentaba poco a poco. A mitad de travesía Taso empieza a vomitar y media hora más tarde yo. A pesar de todo, la seguridad que transmiten Lola y Alberto nos mantenía tranquilos. Intentaron acercarse a una cala en un islote para descansar y tomar un baño, pero no fue posible: otro velero lo estaba intentando antes que nosotros sin conseguir fondear y volvimos a la derrota de Alonisos, seguidos a media milla por el otro barco.


A la vista de nuestro destino Lola y Alberto, con una pequeña ayuda de Mabel y Bruno, aleccionados por ellos, plegaron velas y encendieron el motor. Estábamos a poco menos de dos millas del puerto, cuando notamos que el barco no se movía y el otro velero se nos acercaba, nos alcanzaba y nos sobrepasaba, mientras nuestro capitán trataba de encontrar el problema que había detenido el barco. El motor funcionaba pero no impulsaba el velero. Alberto buceando dio con el problema. ¡Habíamos perdido la hélice! Nosotros no tenemos ni puta idea de barcos ni de navegar y el poco lenguaje marinero que puedo manejar es el aprendido medianamente por la afición a la literatura. Pero a nadie se le escapa que el problema era grave: no teníamos motor para entrar a puerto y no podíamos hacerlo a vela con una tormenta viniéndosenos encima ( “Furtuna” la llaman los griegos”) y la mar hirviendo. Bruno también empieza a marearse. A pesar de todo, Lola y Alberto tan tranquilos, supongo que tratando de que a nosotros no nos agarrara el “mieditis”. En ningún momento sentimos que estuviéramos en peligro. Los tres “hombrecitos” de mi familia éramos unos guiñapos tirados en el camarote, mientras Lola, Mabel y Alberto empezaban a enfrentar lo que fue una “furtuna” en toda regla.


Intentaban navegar hacia el sur, a favor de viento, con el Génova y un rizo en la mayor, para llegar a Kimi el más grande y franco puerto de la zona a unas 35 millas. Temían los rayos que caían, mientras llovía y soplaba el mismo viento que hizo perderse a Ulises en su regreso a Ítaca; soplaba Poseidón enfurecido. Toda la tarde y parte de la noche la pasaron peleando contra los elementos y turnándose en la guardia Lola y Alberto, mientras Mabel trataba de darles conversación para que no se durmieran y atendía los requerimientos de los inútiles vomitones, lastre del velero “Capitán Teach”. Pero no fue necesario lanzarlos por la borda. A media noche cedió la tormenta y vieron la luna llena sobre el Egeo descendiendo al arrimo de la costa este de Eubea.


A la vista de Kimi el mar estaba calmo, arriaron las velas y colocaron la Zodiak al costado del barco amarrándola al velero para servir de motor auxiliar. Lola conducía la Zodiac y Alberto gobernaba el velero. Subí para ayudarlos en la maniobra y Alberto nos avisó que, en los momentos críticos en que nos diera las órdenes, aunque podría cagarse tranquilamente en nuestra p*** madre, con perdón, si no hacíamos exactamente lo que decía, eso no suponía que dejara de apreciarnos y respetar a nuestra familia. Yo seguía muy mareado y Bruno y Taso tumbados en el camarote dormían.


No necesitó Alberto jurar en idioma alguno y creo que respondimos bien a lo que se nos pidió Entramos en el puerto de Kimi casi sin ver un hueco donde amarrar el barco. Al final lo conseguimos sin accidentes con la zodiac amarrada a babor ya en punto muerto y colándonos “justinos, justinos” en aquel “huequin” inverosímil entre dos barcos del mismo tamaño que el nuestro, con Lola saltando al muelle para evitar que la proa del “Capitán Teach” se destrozara contra el muro de hormigón. Creo que en ese instante escuché el suspiro de alivio de todos, o por lo menos el mío, como el de aquellos menos trágicos que según nos contaba Alberto veían el “rayo verde” del sol hundiéndose en el mar.


La experiencia había sido tan intensa que creo que la amistad y la camaradería ya nos han unido a todos de por vida.


He dejado muchas cosas, muchos momentos mágicos en el tintero porque el escrito se alargaba en demasía, como las puestas de sol en el Egeo entre los claros de la tormenta, el desayuno que Lola nos preparó, o la peripecia de Alberto para conseguir otra hélice en Pireas… Y tal vez otro día lo cuente si tengo humor. Hoy solo quiero agradecerles su entereza, su generosidad con la invitación, y porqué no, las inolvidables 24 horas seguidas que nos procuraron luchando contra la “Mala Fortuna”, que Poseidón y Eolo (A los que Zeus destruya con su rayo) nos enviaron. Y no olvido a Mabel, consumada marinera que supo estar a la altura de las circunstancias a diferencia de sus tres hombres que ocultos en el camarote, como Aquiles en Skiros temíamos tal vez el drama que nunca se habría de producir, haciendo un juego de sentidos entre el griego y el castellano : “Afortunadamente”


Ramiro Rodriguez Prada.- Kimi (Eubea) 28-julio-2010"