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miércoles

08-05-2013 de Denia a Portroig (Ibiza)



 El barco ha estado dos días en Denia, pero nosotros hemos hecho la travesía Denia-San Antonio(Ibiza)-Denia a bordo del Dañiya, por invitación de su Capitán, al que me une una estrecha relación desde hace 37 años.

Es toda una experiencia navegar en la gigantesca mesa de cartas que es el puente de mando de este barco de mas de 150 metros de eslora o descender a su maquinaria, impecablemente cuidada por su jefe de máquinas. No es posible establecer ninguna comparación.

Atracar esa mole gigantesca con vientos del través con sus nueve cubiertas enfrentadas al viento es todo un ejercicio de habilidad, conocimiento del barco y sus reacciones y condiciones del puerto.

Se que en Denia hay una fuerte polémica de los propietarios de yates con los ferrys y que cabe preguntarse si se debería haber permitido tanto atraque deportivo en un puerto comercial, o por el contrario si se debería haber permitido hacer una terminal de ferry en un puerto deportivo. El huevo y la gallina.

Pero con independencia de la chapuza administrativa lo que no se puede dejar de sentir es una noble admiración por esas tripulaciones que, sea cual sea el tiempo atmosférico reinante, cumplen con su servicio de mantener Ibiza abastecida de productos perecederos, combustible, etc, haciéndola menos Isla.

Hemos entendido como las condiciones reinantes obligan a entrar a puerto con el barco atravesado para compensar el empuje del viento, como el arrastre de agua de esas moles levantan una ola incómoda a rampas y playas, pues menor velocidad los dejaría sin gobierno.

Y también pensamos que hay que ser un canalla para salir con un barquito a pasear justo cuando hacen la maniobra o fondear el barco en San Antonio fuera de las bollas que marcan el canal, poniendo en serio peligro a los barcos y a las personas.

Mi aplauso para toda la tripulación de estos ferrys.

 El cruce a las islas lo hacemos con las velas desplegadas pero ayudados por el motor a unas 1000 vueltas sin el mas mínimo incidente en un día primaveral excelente y llegamos a nuestro destino casi a la hora de comer.
 nos amarramos a una de las muchas boyas vacias, en concreto a una de las que sabemos que corresponde a un barco de gran eslora, aunque tenemos todas las bollas de Port Roig para nosotros solos.

Es nuestro primer fondeo de este año, bajamos la auxiliar al agua y salimos a pasear por la urbanización que hemos visto nacer y crecer. Para nosotros en este punto -hoy completamente solitario-,tradicionalmente, comienzan nuestras vacaciones.

2 comentarios:

  1. Esta idea de poner la hora de salida y llegada, promedio..., creo que está muy bien.
    De acuerdo con tus reflexiones sobre las maniobras de los ferries, pero recuerdo algún caso, sin viento, en el que el ferry se acercó a la playa empujando su enorme ola para inundar a doscientos bañistas de una playa "deliberadamente", claro que no sería un capitán como tu amigo, háylos que encallan el barco mientra ven un partido por la tele...

    Salud, muchos besos y buena mar!

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  2. Estoy de acuerdo Teach con el comentario anterior. Supongo que las cosas se ven diferentes desde 15 m. más arriba y con 20.000 Tm de responsabilidad bajo tus pies. Puedo entender lo complicado de la entrada o salida para el ferry y lo normal en los recreos es o debería ser evitar coincidir, siempre, solo que a veces no se puede y otras sin darte cuenta se te echa encima. A mi solo me pasó una vez por imprevisión mía, saliendo ambos, sin darme cuenta de que empezaba a maniobrar en un pispas enfiló y me rebasó a 8' en medio del canal, sin margen alguno de maniobra por mi parte, pero también sin ningún tipo de conflicto, por cierto, salvo la impresión de tener ese bicho a menos de 10 m de tu amura. La ola no me molesto nada.

    El problema es más ver como la enorme ola arrasa todo lo que pilla a su paso, sobretodo fuera de lo que es el entorno del puerto, en las dos playas exteriores, y en mi opinión, solo tiene como causa que el Ferry mantiene lo 25 nudos hasta escasos 100 m del espigón N, con lo cual la ola es tremenda. No siempre pasa y no todos los capitanes lo hacen, pero fundamentalmente queda feo.

    Estorbarles dentro del puerto, además de una temeridad sería una torpeza por parte de los pequeños veleros.

    Buena mar, Capitán

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